El otro día leí una frase que dicen firmaba William Shakespeare, el amigo ingles decía lo siguiente (ya me direis que os parece a vosotr@s):
"Es increible lo poquisimo que disfrutamos de las muchisimas cosas que tenemos y lo muchisimo que sufrimos por las poquisimas cosas que nos faltan".
"Es increible lo poquisimo que disfrutamos de las muchisimas cosas que tenemos y lo muchisimo que sufrimos por las poquisimas cosas que nos faltan".
Y la verdad que estando en los días que estamos viene muy propia.
Todos los años por estas fechas, mejor dicho unos días antes tengo a mi madre persiguiéndome con la preguntita: ¿Qué quieres para Reyes? Es que como tienes de todo... y yo siempre lo mismo, qué sí tengo de todo que no me compre nada, que no hace falta.
Vaya por delante que yo agradezco cualquier cosa que me compre mi madre, mi hermano, mi hermana, quien sea, sólo faltaba. Pero de verdad, qué no lo necesito. No me voy a sentir ni menos querido, ni olvidado ni nada de nada.
Yo reconozco el detalle de que alguien se moleste en buscar algo que pueda gustarme, en ir a comprarlo y como no, el dinero que se puedan gastar. Que en estas fechas entre regalos a unos y a otros te dejas una pasta.
Pero tambien pienso que nos dejamos llevar. Que llega el 10 de diciembre y las tarjetas de credito empiezan a temblar en las carteras. Que quien más quien menos empieza a hacer cuentas para ver por cuanto le van a salir los Reyes este año. Y a poco que te desmarques es una pasta.
Por eso, todos los años se lo digo: "mamá, que no hace falta, que ya tengo de todo, que no te gastes dinero" y ella, como todos los años...ni puñetero caso...
Todos los años por estas fechas, mejor dicho unos días antes tengo a mi madre persiguiéndome con la preguntita: ¿Qué quieres para Reyes? Es que como tienes de todo... y yo siempre lo mismo, qué sí tengo de todo que no me compre nada, que no hace falta.
Vaya por delante que yo agradezco cualquier cosa que me compre mi madre, mi hermano, mi hermana, quien sea, sólo faltaba. Pero de verdad, qué no lo necesito. No me voy a sentir ni menos querido, ni olvidado ni nada de nada.
Yo reconozco el detalle de que alguien se moleste en buscar algo que pueda gustarme, en ir a comprarlo y como no, el dinero que se puedan gastar. Que en estas fechas entre regalos a unos y a otros te dejas una pasta.
Pero tambien pienso que nos dejamos llevar. Que llega el 10 de diciembre y las tarjetas de credito empiezan a temblar en las carteras. Que quien más quien menos empieza a hacer cuentas para ver por cuanto le van a salir los Reyes este año. Y a poco que te desmarques es una pasta.
Por eso, todos los años se lo digo: "mamá, que no hace falta, que ya tengo de todo, que no te gastes dinero" y ella, como todos los años...ni puñetero caso...
